Laura Romeu, l’exploració artística del Pirineu benasquès

PIRINEOS SINGULARES PIRINEOS, PAISAJES Y PERSONAJES. NATURALEZA Y CULTURA. FRONTERA Y REFUGIO. MITOS. AVENTURAS PERSONALES. TRANSFERIBLES.

El paisaje, territorio interpretado culturalmente, espacio natural visto con mirada nueva. El pleno conocimiento de la montaña, allá de contemplar el panorama requiere adentrarse, recorrer senderos, treparlos. Y más si se pretende recrearlos por escrito, musical o pictóricamente. El paisaje genuino es de pequeños rincones. Ellos recogen la verdadera alma de la montaña.

La pintora Laura Romeu Martí (Hospitalet, 57 años) lo sabe y observa y aprende de lo que le ofrecen los pequeños lugares del Pirineo benasqués para enriquecer lo que pinta y dibuja. Su obra interesa. Decido entrevistarla. La crisis económica y laboral del 2007 obliga a Laura Romeu a buscarse la vida. Se va a Cerler (Valle de Benasque), donde trabaja duro durante años en oficios diversos, pero el gusanillo artístico que arrastra desde que “peinaba trenzas”, la lleva en el 2017 a coger un año sabático para ejercitar lo que le gusta: el dibujo y la pintura que ha desarrollado con imaginación y solvencia.

Ahora y aquí, haciendo suyo el lema del escalador ruso Anatoli Bukréyev, “Las montañas son las catedrales donde practico mi religión”, ha convertido el gusanillo en actividad sin embargo profesional que compagina con empleos laborales en Cerler. Hoy, sus acuarelas y dibujos en pluma, inspirados en los paisajes y los pueblos benasqueses, y son requeridos por todas partes. 

Y he aquí.

PP. Laura, ¿cómo te inicias en esta actividad?

RR. Lo hago de forma autodidacta. Lo llevo a la sangre. Mi padre ya dibujaba a lápiz y pluma. Me inspiran las maravillosas tonalidades de los paisajes del valle de Benasque, y en un primer momento, en las acuarelas recreo árboles y bosques que reflejan tiendo el paso de las estaciones. Más adelante lo amplió en las montañas, para acabar dibujando en pluma los pueblos y las iglesias románicas.

PP. Dices que intentas plasmar el colorido paso una estación a otra. De unos años hacia aquí, sin embargo, la mayoría de tus obras se significan por sus tonos de blancos y grises. Sorprende que una mujer tan comunicativa y abierta como tú recree paisajes fríos, aislados, casi naturalezas muertas. ¿A qué responde esa nueva mirada?

RR. A que, después de todos estos años en Benasque, he descubierto que son las tonalidades invernales las que me conmueven. Los contrastes del blanco de la nieve con la gama de grises de abetos, barrancos y montañas  los encuentro fascinantes, hipnóticos.

PP. Veo que a veces, pintas teniendo una fotografía en frente de los paisajes. ¿Qué te lleva a hacerlo?

RR. El ser fiel a lo que pinto, si no lo tengo delante … Sobre todo, si son obras de encargo.

PP. El Pirineo benasqués es el protagonista de las tus obras. Sin embargo, en ocasiones resulta imposible situar el lugar concreto donde has capturado la imagen fotográfica. ¿Por qué?

RR. Porque también me gusta dar la propia visión de lo que veo. O porque me recreo pintando detalles de rocas, cortezas, ramas, hojas, flores con nieve o sin ella, que puedo llegar a depurar hasta el abstracción más estilizada.

PP. Me detengo a contemplar los temas que has elaborado con maestría. El exquisito trato de la nieve sobre las ramas, hojas o crestas, los juegos de luces y sombras, favorecen la capacidad de evocación y dotan de singularidad a las tus obras. Los soportes no son siempre los mismos, ¿verdad?

RR. No. Uso papel, telas y a menudo maderas en las que imprimo una pátina de yeso líquido como base. También alterno la acuarela con la pintura acrílica.

PP. Pero tu repertorio va allá de paisajes, pueblos o iglesias, ¿no?

RR. -Si. También me gusta dibujar y pintar utensilios o espacios relacionados con el esquí. Sobre todo, esquís antiguos, estaciones o telesillas. Y disfruto dibujando la fauna del valle: ciervos, rebecos, raposas, ardillas, conejos, marmotas… Aparte de todo esto, me ha gustado mucho colaborar con las mis ilustraciones en talleres de iniciación a la lectura.

PP. Esta ocupación extra de dimensión artística, ¿pretende convertirse en cien por cien profesional?

RR. Creo que lo estoy consiguiendo.

PP. Hay quien sostiene que la mirada femenina es radicalmente distinto a la masculina. Estarías ¿de acuerdo?

RR. No. Quien es artista lo es al margen de etiquetas de género.

PP. ¿Algún día harás retratos personales? ¿A mí ahora?

RR. Ya me lo han pedido, pero dibujar los rasgos de una persona me resulta difícil. Me limito a hacerlo en siluetas. ¡En cuanto a ti, si te arriesgas a un retrato “picassiano”, manos a la obra!

“El tratamiento de la nieve y los juegos de luz y sombras dan una singularidad en las obras”.